martes, 2 de enero de 2018

Enrique de Vedia. Político, historiador y diplomático español


Era políglota y hablaba a la perfección francés, ingles e italiano y poseía una biblioteca copiosa y escogida. Fue Jefe político de diferentes provincias, entre ellas La Coruña. Tuvo los cargos de Secretario de la Gobernación del Reino y Cónsul de España en Liverpool y Jerusalén. En su honor la Biblioteca Pública de Balmaseda lleva su nombre.

Enrique Lorenzo de Vedia Gössens (o Goossens), de origen hidalgo, fue hijo del uruguayo Lorenzo Antonio de Vedia y Ramallo, que pasó a Balmaseda (Vizcaya), lugar en donde nació Enrique el 15 de octubre de 1802, por haber heredado los bienes mayorazgos de su casa, y de Magdalena de Goossens y Ponce de León. Estudió en el Seminario de Bergara, donde su vocación de escritor fue sin duda estimulada por los fermentos espirituales de que era aún depositaria la vieja institución.


Llevado por su tío Pedro Francisco Goossens y Ponce de León a Madrid, pudo asomarse a la vida de las tertulias madrileñas y conocer literatos y personajes de actualidad, tales como Antonio Alcalá Galiano y Ramón de Mesonero Romanos, con quienes le unió una estrecha amistad. Liberal y partidario de la Constitución, no creyó sin embargo oportuno afiliarse a ningún partido político.

Se alistó a las tropas del general Morillo para luchar contra los Cien mil hijos de San Luis; pero luego de la capitulación arrojó las armas y se retiró a su casa de Balmaseda. En su retiro de las Encartaciones, Vedia se dedicó al estudio de la historia y a escribir versos. Respaldado por su tío, consiguió plaza en el Ministerio de la Gobernación en el año 1833, y en el siguiente pasó a Santander como secretario del Gobierno Civil.

De 1839 a 1840 lo vemos de Jefe político o gobernador de Tarragona, pasando en este último año y con el mismo cargo a la ciudad de Burgos, donde Teófilo Gautier será agasajado por su "encantadora amabilidad" (palabras del escritor francés, en su Voyage en Espagne). En 1844 lo tenemos de gobernador en La Coruña, desde donde pasará a Madrid con plaza en el Ministerio de la Gobernación. Era sub-director aquí cuando en 1854, a raíz de la Vivalcarada, quedó cesante.

Puente medieval de Balmaseda
 Vedia optó por retirarse definitivamente de la vida política, y aceptó su nombramiento como cónsul de España en Liverpool. Un último desplazamiento en 1863, esta vez como Cónsul General de España en Jerusalén (Palestina), y poco después su fallecimiento desgraciado, a consecuencia de una insolación. Vedia era hombre de fina sensibilidad, que gustaba de leer e investigar el lado curioso de las cosas, y que, sobre eso, sabía escribir con elegancia y corrección, tanto en prosa como en verso.

Obras

Dirigió los dos volúmenes de Historiadores primitivos de Indias Madrid: Imprenta de Manuel Rivadeneyra, 1852-1853) de la Biblioteca de Autores Españoles (1877-1913), con ediciones de crónicas y textos de Hernán Cortés (1485-1547), Pedro de Alvarado, Francisco López de Gómara (1510-1541), Diego de Godoy (s. XVI), Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), Álvar Núñez Cabeza de Vaca (s. XVI), Bernal Díaz del Castillo (1492-¿1581?), Francisco de Xerez (s. XVI), Pedro Cieza de León (1518-1554) y Agustín de Zarate (s. XVI). También tradujo y anotó, junto a Pascual Gayangos, la Historia de la literatura española del hispanista George Ticknor y compuso unas Memorias para la historia... de la villa de Balmaseda y una Historia y descripción de la ciudad de la Coruña (1845).

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